El 14 de diciembre de 1875 marcó un hito decisivo en la historia de la Congregación Salesiana y en la misión evangelizadora del continente americano. Ese día llegaron al puerto de Buenos Aires, Argentina, los primeros diez jóvenes misioneros enviados desde Italia por San Juan Bosco, fundador de la Familia Salesiana. Su desembarco no solo abrió una nueva etapa en la expansión del carisma salesiano, sino que también se convirtió en el punto de partida de un vasto proyecto educativo y pastoral que, con el paso del tiempo, transformaría la vida de millones de jóvenes y familias en toda América.

Este año, la comunidad salesiana celebra el 150 aniversario de aquella primera expedición misionera, una efeméride que invita a mirar al pasado con gratitud y al futuro con esperanza. Como inicio de los actos conmemorativos, la comunidad organizó una Vigilia de Oración abierta a todos los fieles, que tuvo lugar ayer a las 20:30 horas en la iglesia de María Auxiliadora.

El encuentro, marcado por un ambiente de profunda fe, recogimiento y acción de gracias, permitió recordar a todas las personas que, durante siglo y medio, han dedicado su vida al servicio del Evangelio siguiendo el espíritu misionero impulsado por Don Bosco. La vigilia se convirtió además en un espacio para renovar el compromiso evangelizador y educativo que caracteriza a la Familia Salesiana, reforzando su misión de acompañar y formar a las nuevas generaciones.

Con este acto se da comienzo a un año de celebraciones que buscará poner en valor un legado que sigue vivo, fecundo y orientado al bien de los jóvenes.