semana pasada, nuestros alumnos y alumnas de 2º y 4º de la ESO, realizaron sus convivencias de implicación solidaria, que son una preciosa colaboración entre nuestra pastoral de la ESO y la Fundación Don Bosco. Un proyecto coordinado por Javier Cano y Myriam Carrascosa, que pretende acercar a los alumnos a la realidad migratoria, profundizando a lo largo de la mañana, desde el debate, tertulia, charla formativa, oración y taller complementario. Los jóvenes del Área de Emancipación Juvenil de la Fundación Don Bosco en Granada, participantes de los Proyectos “Acompañamiento a Jóvenes en situación de sinhogarismo” y “Piso de Autonomía Mercedes Berdonés”, han realizado una acción de sensibilización con alumnado del colegio, que es difícil de explicar con palabras. Testigo de ello fue nuestro Inspector salesiano Don Fernando Miranda, que se mostró encantado con una iniciativa que tiende puentes entre tres grupos esenciales en nuestra Familia Salesiana, ya que además de lo tutores, contamos con la inestimable ayuda de nuestros animadores del Centro Juvenil.
En el marco de las Jornadas de Convivencia Pastoral Intercultural que organiza el centro educativo, los jóvenes han dado una clase magistral y experiencial en nuestro centro social del Zaidín, a través de la cual han minimizado sesgos y estereotipos sobre las personas migrantes.
Tras dos jornadas educativas y cuatro grupos de alumnado, el centro educativo se marcha una vez más pensando en la próxima fecha y, los equipos educativos de la Fundación, con la certeza de que dar voz a los jóvenes vulnerabilizados y poder acompañarles en ello, es un regalo.
Gracias muchachos, a todos. A los que ya hace tiempo que terminasteis vuestro itinerario en estos proyectos pero seguís visitándonos y participando en acciones de sensibilización: sois faro para el resto de jóvenes. Y a los que actualmente estáis y sacáis fuerza y alegría para recibir al alumnado, siendo también luz y ejemplo de compromiso y testimonio vivo de cómo generar una sociedad del futuro más equitativa y justa. Gracias también al alumnado de la ESO, que abrió el corazón a aprender, dialogar y proyectar un mundo mejor y más justo, un mundo consciente de que al Amor y a Dios se llega desde cualquier religión, raza, situación.