Estos días están siendo agridulces para todos nosotros ya que nos ha tocado despedir a alguien que ha sido una parte fundamental de nuestro colegio. Hoy nos toca despedir a Miguel Caballero, a una persona extraordinaria cuya pasión por la enseñanza y dedicación a sus estudiantes ha dejado una huella imborrable. Su jubilación marca el final de una destacada carrera docente, pero su legado perdurará por generaciones.
Miguel, a lo largo de los años, no solo has impartido conocimientos, sino que también has inspirado, motivado y guiado a innumerables jóvenes. Con tu ambiente de camaradería y respeto, con tu genial sentido del humor, con tu carisma, empatía y habilidad para hacer que cada lección sea una aventura emocionante, has convertido tus clases en algo más que una explicación. Has sido más que un simple profesor; has sido un amigo y un mentor para muchos de tus alumnos y compañeros. Tus enseñanzas van más allá de los libros y están llenas de valores que han servido para ayudar en su crecimiento personal a más de una generación de alumnos y alumnas.
Ahora que te embarcas en esta nueva etapa de tu vida, te deseamos todo lo mejor. Que esta jubilación te brinde la oportunidad de disfrutar de tus pasiones, explorar nuevos horizontes y pasar tiempo de calidad con tus libros, viajes y seres queridos. Has dedicado tu vida a la educación, y ahora es el momento de dedicarte a ti mismo y a lo que más te guste.
Gracias, Miguel, por tu entrega incondicional, por creer en tus alumnos y por ser tan natural y humilde con tus compañeros. Tu impacto en nuestras vidas es incalculable y siempre te recordaremos con alegría, cariño y gratitud.
Con profunda admiración y aprecio, tus compañeros de Colegio Salesiano San Juan Bosco de Granada.