Rechazo a la violencia de Género
Por: Andrea Hernández Liñán y Javier Herrero Antequera
Manifiesto contra la violencia de género
Rocío Caíz, 17 años. Consuelo, 81 años. Hazna, 35 años. María Pilar Barrio, 41 años. Pamela Salgado, 25 años… Y otros tantos nombres componen la lista de 70 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en 2021 solo en nuestro país. Sus nombres no pasarán a la historia, y sus asesinatos, por desgracia, no allanarán el camino hacia la igualdad entre géneros. Para el sistema no son más que un número, una cifra perteneciente a una lista que crece incesantemente. Pero ninguna de ellas es solo un número. Todas ellas tienen una historia que contar, unos hijos a los que han dejado huérfanos, unos padres que han quedado muertos en vida, y todo por el egoísmo de sus parejas, quienes expresan su creencia de superioridad mediante la agresión.
Los medios de comunicación se hacen eco de todos los asesinatos machistas en nuestro país. Sin embargo, prestan poca atención a la violencia de género en sí, ya que ésta no solo consiste en el asesinato, que al fin y al cabo no es más que la punta del iceberg, sino que engobla todo lo que hay detrás: desde las palizas y amenazas, hasta los celos, la desconfianza y el maltrato psicológico. Además, este tipo de noticias han quedado relegadas a un segundo plano en los informativos, narrándose como si de cualquier otro tipo de noticia se tratase. Nos estamos insensibilizando y acostumbrando a un problema cuya magnitud no hace más que acrecentarse. Cada vez es más frecuente la imagen de niñas volviendo a sus casas en soledad con las llaves entre los nudillos, con la sensación de que hay alguien que sigue sus pasos y no para de observarlas. Hemos normalizado el silencio y el ocultamiento de todos los sentimientos que actos como miradas inapropiadas o tocamientos no consentidos en el transporte público por parte de extraños provocan en las mujeres.
Muchas veces, las víctimas callan su sufrimiento porque no se sienten arropadas y protegidas por las Instituciones. Debemos protestar para exigir un refuerzo de las leyes ya existentes que protegen a las mujeres, haciéndolas más tajantes para que todas vosotras podáis pasear sin miedo a lo que pueda pasar.
Existe, además, una gran falta de información que ha derivado inevitablemente en un aumento de los casos de agresiones físicas o psicológicas en las parejas de jóvenes, quienes muchas veces interpretan gestos violentos como señales de cariño o estima. La toxicidad en las parejas es cada vez más frecuente y casi sin darnos cuenta, suele derivar paulatinamente en procesos más complejos y dolorosos de violencia.
Como alumnos del Colegio Salesiano San Juan Bosco de Granada, queremos dirigirnos a ti, que sufres de la violencia de género, que crees que no hay remedio a la situación que estás viviendo. Hoy, queremos decirte que el amor no tiene por qué doler, que vas a salir de esto. No estás sola y por supuesto que puedes contar con nosotros. Desde este colegio nos manifestamos totalmente en contra de estos actos de violencia, y por eso queremos hacer un llamamiento a vosotros y vosotras, a todos los jóvenes de este colegio. La lucha contra la violencia de género es una tarea común, y desde aquí, queremos agradecer a todos aquellos hombres que creéis realmente en la igualdad de género. Somos la generación capaz de cambiar las cosas, y por eso tenemos que alzar la voz por las que no han podido, por aquellas que ya no están y por las que no pueden por miedo a hacerlo.